
Entonces alguien que hay a mi lado dice:
- ¡Ya está! ¡Se ha ido!
Ido de mi vista, eso es todo. Su mástil y su casco son igual de grandes que cuando salió, y ella no es menos capaz de llevar su carga de vida hasta su puerto de destino.
Su disminución de tamaño está en mí, no en ella. Y justo en el momento en que alguien que está a mi lado dice: "¡Ya está! ¡Se ha ido!", hay otros ojos que contemplan su llegada, y otras voces dispuestas a recoger el alegre grito:
- ¡Ahí llega!
Y eso es morir.
(autor desconocido)
No hay comentarios:
Publicar un comentario