Si nuestros pensamientos son negativos o no nos gustan, podemos rechazarlos y sustituirlos por pensamientos positivos; de este modo recogeremos lo que hemos sembrado. ¿Cómo podemos hacer esta sustitución? Muy sencillamente, no tenemos más que decirnos a nosotros mismos:
No quiero este pensamiento…,
el que quiero es… (pensamiento positivo).
Recuerda que siempre se recoge lo que se siembra. Tú eliges lo que quieres recoger, entonces ya sabes qué semillas tienes que plantar (que pensamientos alimentar, regar y abonar en tu mente).
No hay comentarios:
Publicar un comentario